... La noche trajo consigo la lluvia y cada gota que golpeaba la ventana era como una lagrima que chocaba en su aliento.
Él se encontraba buscando una luna y aunque el cielo se cubría de neblina, su juicio estaba viciado por su corazón y sus ojos cansados tenían la esperanza en su brillo.
Aquel astro tenía un significado para él mucho más trascendente que el hecho de encontrarlo en una poesía; era un camino para enlazar los sueños de dos almas, era el puente que podía cruzar con una mirada para encontrar una sonrisa que se hallaba lejana.
En ese preciso instante un sentimiento atravesó su corazón como una exhalación de luz que se abre camino en la lobreguez y encontró aquello que buscaba…sin verlo.
Y la acepción de la luna tomo vida por primera vez y se convirtió en fe.
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